martes, 21 de febrero de 2017

RECUERDO DE INFANCIA



Los años se nos vienen encima , y ya no estamos tan vitales como antes y entonces, nuestra cabeza comienza a funcionar a mil, y nos comienza a llevar en un viaje , un viaje retrospectivo de recuerdos, de viejas vivencias, que ya casi no recordábamos y estaban guardadas en el cajón mas polvoriento de nuestra memoria.
Nuestra infancia aflora como si hubiera sido ayer que corríamos en la calle , atrás de una pelota, o jugábamos al golf… jajajja utilizando las veredas de todos los vecinos , y como topos, llenando de hoyos, cuanto campo verde encontrábamos que recuerdos……. ¡¡ Dios mio¡¡
No me voy a olvidar nunca los periplos en bicicleta, aquellos viajes maravillosos en los que me sentía un ciclista de carrera jajajja, . Recuerdo que los médicos habían recomendado a mis padres que me vendría muy bien tener una bicicleta para fortalecer mis piernas, pero…… en mi juventud saben lo que costaba conseguir una bici, nueva ni soñarlo, y de segunda mano mmmmm, difícil.
Pero mis viejos se pusieron en campaña, y un tio me consiguió una bici vieja que no se de quien era, y por un precio módico y quizás en cuotas también me la consiguieron.
Pah¡¡ no se imaginan lo que fue cuando la vi , era como algo maravilloso que había llegado a mi vida , era como tener el mundo al alcance de la mano, era simplemente una bici de paseo. rodado 24 creo ni recuerdo, así como tampoco recuerdo el color , es que la modifique tanto, que no se cual fue el original, al final termino de color verde.
Tengo un amigo, que a pesar que el tiempo nos alejo, fue en aquellos momentos , el compañero inseparable de mi niñez, su papa era fotógrafo de un diario de la capital, y creo que de la sección deportes por lo tanto estábamos siempre enredados en las cosas deportivas, y de ahí salio el gusto de ir a ver a la vuelta cuando pasaba cerca del barrio, de ver a los ciclistas a imitarlos no había mas que una mirada, Ariel que así se llamaba mi amigo , consiguió unos gorritos de ciclista, y ahí nomás nos sentimos los Alcántara del barrio .
No recuerdo donde conseguí un manubrio de media carrera y modifique mi bici, cada vez me sentía mas ciclista .. jejej. Cabe aclarar que en aquella época no era como ahora , para conseguir algo había que buscar muy bien , no como ahora que se encuentra todo en los super , vaya a saber como encontré ese manillar , si fue en la feria en algún cambalache no lo recuerdo.
Le saque el cubre cadena a la chiva, le saque los guardabarros y le adapte el manillar, ahora si casi parecía una chiva de carrera, no tenia tubos en las ruedas sino cubiertas comunes, pero yo me sentía el mejor ciclista del mundo.
Un día Ariel vino con la loca idea de ir a Pando. Ciudad de canelones que queda a unos cuantos quilómetros de Montevideo, ya habíamos salido a varios lados haciéndonos los ciclistas de la vuelta , por ej: al parque rivera y a la gruta de Lourdes lugares cercanos que para nosotros gurises de 13 o 14 años de aquella época era mas o menos como ir a explorar el Amazonas.


Era todo experiencias nuevas, las primeras salidas, claro que no había tanto peligro como ahora que parece todo ser mas crudo en aquella época ni nos enterábamos de nada, si era peligroso, o sino, vivíamos como se presentaba el momento, sin miedo a nada.
Preparamos todo sin decir nada a nadie, una botellita con agua , o caramagnola como le decíamos , el gorrito de ciclista, y vamos a la ruta, arrancamos de mañana temprano, que sensaciones que pasaban por nuestra mente y cuerpo, no se como explicarlo el aire era diferente, parecida que se sentía un sabor diferente en la boca , en la nariz, los pulmones recibían otro aire, no era el mismo, era como dulce, puro, con olores que nunca habíamos apreciado, que aventura¡.. comenzar a pedalear, y empezar a encontrarnos con el campo, ver y escuchar el trino de los pájaros sentir el aroma de los animales, los árboles, las flores, el sol a pleno nos daba una paliza de calor y ardor inmenso, pero…. No se sentía tal era el entusiasmo que era todo como una caricia, era el paraíso y lo estábamos disfrutando, ruta solitaria y mas ruta quilómetros y quilómetros mirando con curiosidad los mojones de cemento que nos decían cuanto faltaba, sentirnos héroes que descubrían un nuevo mundo, que lindo, que felicidad que da el ser niño y ser joven, e ir descubriendo la vida.
Nadie podrá entender que diferente es el aire, los perfumes de los viñedos las flores los campos cuando se va en una aventura asi.
Y vaya si era aventura salir a hacer ruta sin nada solo con una bici vieja sin herramientas sin teléfono para pedir auxilio sin nada solo con los corazones llenos de ganas de vivir, de descubrir el mundo, pedaleamos y pedaleamos disfrutando el viento en las bajadas que nos pegaba en el pecho y nos decía hasta cuando van a aguantar? Llegaran? Yo voy a intentar detenerlos, no los dejare llegar, pero esa caricia no era nada, comparado con el sufrimiento de los repechos, que nos taladraban las piernas, como si fueran clavos, en las pantorrillas con el esfuerzo de trepar la empinada cuesta….. y un recuerdo a los geógrafos de nuestro país que nos enseñaron en la escuela que Uruguay, es una planicie, levemente ondulada sin grandes alturas, díganle que vengan a pedalear, con 15 o 16 quilómetros encima y subir una cuesta, haber si es levemente inclinada , parece el Aconcagua, se sufre como un beduino en pleno desierto sin agua y sin camello , y mas cuando la bici no tiene cambios ni nada .
Todo el sufrimiento del viaje se compensa cuando se llega a la meta: a como explicar; como decirles lo que sentí cuando llegamos a Pando…….. uy era como haber ganado la olimpiada, era algo que se salía del pecho, que quería explotar, el cerebro gritaba lo hice lo hice , no lo podía creer había llegado, paramos en la plaza y no lograba entender que lo había realizado.
Nos sentamos en el césped de la plaza central y todo era diferente, me sentía un hombre algo había cambiado en mi , era posible si se podía; podía llegar a Pando que increíble, aquel botija con una bici de segunda, comprada para hacer un poquito de ejercicio, había llegado a Pando como si fuera un gran ciclista, quien me sacaba ese orgullo, quien me iba a decir que no era un logro, para mi era llegar el cielo, y estaba orgulloso de haberlo logrado.
Luego venia el regreso ya cansados y con mas calor en la tarde, ya el aire no era tan maravilloso ya no escuchaba tan bien los pájaros el viento era un carcelero implacable que fustigaba nuestro cuerpo con ráfagas que semejaban latigazos en nuestro cuerpo, si a la ida sufrí, a la vuelta ni les cuento, se nos hacia la noche y nos preocupaba, que nuestros padres se alteraran por nuestra falta , además se ponía oscuro y no teníamos luces, y en la ruta sin luz era un tema malo.
Yo ya no daba mas, me estaba cobrando factura el destino jajajajaja. Faltando algunos quilómetros Ariel se ofreció a cambiarme la chiva , la de el tenia cambios, y era mas liviana así llegaría con mas facilidad , eso hicimos y a Dios gracias llegamos, a la tardecita , no podía ni mover las piernas a esa altura pero llegamos y el orgullo de haberlo logrado quedo guardado en mi corazón, hasta ahora recién ahora, cuento estas anécdotas y agradezco a mi amigo, que me llevo por los caminos de la patria a entrenarme como ciclista, ayudándome a progresar en mi salud física, jajajajajajaj .
Así empezamos a andar en bici por todos lados también fuimos a Suarez y recorrimos Montevideo, eran aventuras que nos hacían sentir bien, por lo menos a mi , lo tome siempre como un desafió, porque si me decían eso es muy difícil no lo hagas, bue¡¡ ahí me calzaba el gorrito, agarraba la chiva, y empezaba a pedalear, y que el viento soplara nomas…………

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